Casa Brugal, una de las empresas más admiradas y queridas por los dominicanos, ha llevado a cabo una auténtica revolución en su manera de hacer las cosas. Gracias a eso, está celebrando los 130 años de su legado como el líder del mercado de bebidas premium en República Dominicana.
En un trascendental encuentro, donde se reunieron por primera todos los equipos de la empresa, se hizo un recuento de los hitos que han convertido a Brugal en uno de los cuatro rones más grandes del mundo, en uno de los dos rones premium más vendidos en el planeta y en una marca país que es embajadora de la dominicanidad.
Augusto Ramírez, presidente de Casa Brugal, destacó que en el ADN de la empresa está la pasión, la tenacidad y la persistencia de Andrés Brugal. “Cada generación de Brugal, como nuestro fundador, ha hecho lo correcto para la época que le ha tocado vivir”, afirmó.
Según Ramírez, la evolución, el crecimiento y los éxitos de la marca, demuestran que siempre se supo elegir la estrategia que exigía el momento. “Eso explica más de tres décadas de liderazgo en República Dominicana y cómo un producto local llegó a convertirse en una marca global”, expresó.
En 2017, Brugal alcanzó el 78% del mercado legal de rones, similar a sus topes históricos, pero ahora con una composición de productos más premium, más rentable y más diversificada. En solo tres años, la empresa duplicó su participación en el segmento de rones premium, alcanzando más del 70%.
Otra decisión estratégica importante fue la incorporación de algunas de las marcas más admiradas, lujosas y vendidas en el mundo, como The Macallan, Moet Chandon, Hennessy, Absolute o Valduero. La suma de esos legados al poder de Ron Brugal, convirtió a la empresa en el distribuidor de bebidas premium más importante de República Dominicana.
Como colofón del emotivo encuentro, se presentó la identidad corporativa que representará a Casa Brugal y su visión actual de ahora en adelante, como una empresa global productora de rones premium que en su país de origen es líder con un valioso portafolio de grandes destilados y marcas icónicas.
Al finalizar, se le hizo entrega a cada empleado de una llave y un pin con la identidad de Casa Brugal. “La llave nos recuerda la responsabilidad que significa estar bajo un mismo techo. Al ponernos el pin de Casa Brugal, estamos asumiendo el compromiso de trabajar para que el legado de nuestra empresa cumpla 130 años más de éxitos y liderazgo”, concluyó Augusto Ramírez.